Andrés Montes me hacía reir, soñar, me enseñaba cosas que no sabía. Todo es más mágico en la noche, y a mí me gustaba dejarme caer por su bar de madrugada. Allí había sitio para la charla, se discutía de música, de la herencia cultural del imperio del siglo XX, también había sitio para el espectáculo. Nosotros éramos simples mortales, con nuestros pijamas, nuestras viejas lesiones de tobillo, somnolientos... no, definitivamente, el espectáculo lo pondrían otros, y acudían gigantes de todos los rincones del mundo, "El artículo 34", "el bailarín del Cotton Club", "el almirante", Siglo XXI", "la máscara", los chicos del club "se dejaba llevar" y muchos miembros de "mano de piedra", "el cartero", "E.T", expertos gourmets con sus "pinchos de merluzas". Pero no sólo venían los gigantes, pues alli tambien se volaba, seres alargados, elasticos, capaces de volar, cogiamos entusiastas el "vuelo numero 23", a quizas preferiamos volar con "air canada". Todos teniamos nuestro sitio, si eras goloso habia "chocolate blanco", contra el hambre podias llamar a "Mister Catering". "Hilo de seda", "desde rusia con amor", "ak47".....
Yo de aquellos conclaves nocturnos, salia mejor persona. Es curioso, a medio texto, se me ha desconfigurado el teclado y no puedo poner tildes. Me gustaria pensar que las tildes, los acentos, las exclamaciones y las hiperboles, estan guardando un minuto de silencio, por la muerte de Andres Montes.
Andres, siempre tuviste razon, LA VIDA PUEDE SER MARAVILLOSA.
1 comment:
Me he perdido... totalmente.
¿Quién era Andrés? Ya no sé si hablas de un videoclub, o un personaje imaginario en tu salón o... no entiendo nada.
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