Monday, March 15, 2010

Cirugía personal

- Algo me ha sobrevenido, algo que ha cambiado algunas cosas, pequeños cambios íntimos y en apariencia nimios, como un dedo, cuyo peso con respecto al resto del cuerpo, algunos dedos pesan mucho, otros poco, pero en general no son una porción respetable del todo al que pertenecen. No obstante, si me tuvieran que arrancar una libra de carne, nunca daría un dedo como parte.
- Me pregunto si ahora que tengo menos dedos, el resto harán mejor el trabajo, tendrán más espacio para toquetear a gusto y seré alguien más mañoso. O quizás haya perdido irremediablemente el equilibrio y la fuerza.
- Entonces me vería arrastrado a un estadio anterior, quizás Nietzsche o el comercial de Praga, disfrutarían en esta tesitura, pero para conducir y manejar el navegador táctil, necesito todas mis facultades digitales. Lo siento pero no tengo ganas de ser el Jhon “El salvaje”, la verdad.

- Si damos forma a un tronco, no tiene sentido quedarse con la viruta, es necesario barrer cada cierto tiempo, el problema es que nuestros formones rara vez hacen lo que se les pide y la madera, ¡ay¡ señores, la madera tiene muchos secretos.

1 comment:

Toni Piedrabuena (Tonichan) said...

Déjeme saludarle mientras escribo esto con un dedo... No ha sido demasiado ágil a pesar de no haber usado los otros nueve... ¿Te referías a esto? ¿No?

En fin, solo quería saludar. Un abrazo, amigo Yhave ;).