Saturday, September 06, 2014

Lo que se va perdiendo por el camino


Hoy estaba revisando la lista de reproducción con la que a veces acompaño mis cada vez más escasos ratos de ejercicio. Quizás porque nunca acerté con la definitiva, tengo varias, todas comienzan con buenas intenciones e intentan solaparse al tipo de ejercicio que haré en cada momento, llevo mucho años castigándome el cuerpo infructuosamente, como un pintor de brocha gorda que nunca será artista y como consecuencia todos mis entrenamientos se parecen, así que la banda sonora que les ponga puede ser parecida. Sin embargo he comenzado varias listas, con nombres como "ponte on fit", "hoy empieza todo",  "no pain, no gain", "einkaufen buenos", nombres todos que no soportan ni el cándido juicio de una abuela, pero a pesar del nombre, todas tuvieron en su inicio buenas intenciones como escribí más arriba, duran sus buenos cincuenta minutos, pero inevitablemente, al poco tiempo empiezan a añadirse canciones, cambiarse unas por otras y llega un momento en el que ya ni siquiera comienzo la reproducción por el principio, pocas sesiones antes de que la lista tenga que ser abandonada, la anarquía es total, llegándo a saltar canciones por la mitad o escuchar sólo trozos de algunas, llegando el momento de inflexión cuando ya dedico más tiempo a pelearme con la lista de reproducción que al ejercicio, ese mismo día la lista muere, sobreviviendo solamente para algún viaje en coche o algún momento ocioso. En las semanas siguientes, serán los podcast los que sustituyan las canciones, finalmente el ciclo se completa con otra lista de reproducción, casi siempre nacida de la compra de dos o tres canciones en itunes.

Actualmente tengo una lista bastante joven, que desde hace una semana comienzo a manosear con mis dedos salchichudos, hoy he decidido añadirle un par de canciones y una de ellas era "Cuando el mar te tenga", pero no estaba en Itunes, no es que sea la canción más famosa de "El Último de la Fila", pero vamos que si yo canturreo "Vuela al viento espuma de mar, vuela al viento..." le suena a casi todo el mundo que tenga sobre 30-40 años.

Siempre me ha preocupado el escaso tiempo de vida que tienen los productos culturales desde los 50´s, todo se produce a un ritmo muy rápido, en algún momento del siglo pasado la cultura se industrializó y pudo ser encapsulada para su reproducción (ante estos temas nada diré que no fuese dicho en pasaje de: "El Lobo Estepario" en el que  escucha la ópera por la radio) en cualquier momento y lugar. Al principio hubo un fragor cultural enorme, cójase una máquina del tiempo y viájese a los años 20, a una casa cualquiera y cuéntense los recursos culturales que hay en los armarios, ahora vayamos a una casa de los años noventa y veremos libros, discos, comics, videojuegos, cd´s.... No teníamos ni 30 años y entre lo que habían acumulado nuestros padres, amigos y nosotros mismos, teníamos para la vida larga que nos han prometido a todos vivir.

No hay continente para tamaño contenido, de cada época poco queda y lo que queda no es necesariamente lo mejor, buscar canciones en Itunes es una manera de darse cuenta de ello. Va pasando el tiempo, y no sólo nos tritura a nosotros, sino que va devorando la cultura y el mundo que nos hizo. De Ella sólo quedarán los retazos, pegotes de cemento para hormigonar el armazón de nuestra historia, quedarán Follet, Grarcía Márquez, U2, Tarantino, Asimov, Spilberg, Miyamoto o Le Carré, seguramente morirán Pessoa, Bansky Cortázar, Sabina, REM o Grass.. O será al revés o ni siquiera sea.

De nosotros no quedará salvo un par de tics en el rostro de nuestros nietos y media gota de sangre gritando mientras naufraga por las venas de los que serán.

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